Energía fotovoltaica
De todas las fuentes de energía, la energía solar es la que más abunda y, además, también puede obtenerse aún con el cielo nublado. La velocidad a la que la Tierra intercepta la energía solar es aproximadamente 10.000 veces superior a la velocidad con la que la humanidad consume la energía.
Las tecnologías solares pueden producir calor, refrigeración, luz natural, electricidad y, también, combustibles para multitud de aplicaciones. Las tecnologías solares convierten la luz solar en energía eléctrica, ya sea mediante paneles fotovoltaicos o a través de espejos que concentran la radiación solar.
Aunque no todos los países se ven igualmente favorecidos por la luz solar, sabemos que en cualquier país sería viable una importante contribución de la energía solar al conjunto de todas sus fuentes de energía.
El coste para la fabricación de los paneles solares ha descendido estrepitosamente durante la última década, haciendo que sean, además de asequibles, a menudo la forma más económica de producir electricidad. Los paneles solares tienen una vida útil de alrededor de 30 años y existen en una gran variedad de tonalidades en función del tipo de material usado durante su fabricación.

Energía solar térmica
La energía solar térmica, o termosolar, es un tipo de energía renovable que aprovecha la energía del Sol para generar energía térmica o eléctrica. A diferencia de las placas fotovoltaicas que generan electricidad a partir de los fotones de luz, esta energía aprovecha la radiación para calentar un fluido. Este fluido caliente tiene diferentes usos como calefacción, agua caliente sanitaria y otros procesos que demanden calor.
Puede ser aprovechada por sectores residenciales, comerciales e industriales dado que sus aplicaciones son variadas y permiten reducir el costo de energía eléctrica. ¿Cuál podría ser su impacto? Uno de sus usos más comunes es el de generar agua caliente sanitaria. ¿Sabías que el porcentaje de consumo energético de agua caliente de una vivienda equivale al 20 %?